El lobo y la Caperucita roja
El lobo y la Caperucita roja
La mayoría de las personas se encuentran lejos de mi hogar, ¿por qué?, no lo sé, aquí es un lugar tranquilo, donde disfrutas de lo maravilloso de la naturaleza, respiras tranquilidad rodeado de una vida silvestre que no encuentras en la ciudad.
Lo que uno experimenta como huésped en el bosque es inigualable, pero para que les voy a mentir, la rutina me ha carcomido y ya no encuentro que sea divertido, me canse de estar solo y alimentarme de frutos.
Cierto día, a lo lejos divisé una pequeña niñita que venía directo al bosque, ella vestía con una hermosa capa de terciopelo rojo y junto a ella traía colgando una canasta de paja, emocionado y hambriento me acerqué a ella y le entable conversación:
- Hola pequeña, ¿qué haces sola y tan feliz por aquí?
- Hola señor lobo, pues me dirijo a la casa de mi abuelita que se encuentra un poco enfermiza, vive al otro lado del bosque y le llevo esta canasta con frutas.
En ese momento supe que por fin tendría algo diferente que hacer y comer, mi estómago moría de hambre, con entusiasmo le comenté a la pequeña niña que en el bosque se encontraban las flores más hermosas que pueden existir, y que a su abuelita le haría feliz poder recibirlas. La pequeña niña entusiasmada corrió a recoger flores, mientras me aproveche de tomar ventaja he ir a la casa de la pobre abuelita.
Al llegar a la casa de abuela, la vi acostada sobre su cama, mi boca agonizaba en sabores, realmente tenía hambre, sin dudarlo tome iniciativa y procedí a alimentarme, pero no fue suficiente, aún estaba con hambre, entonces no sé me ocurrió mejor idea que esperar a la pequeña niña para calmar saciarme, entonces, acostado en la cama de abuela, espere por ella.
Al llegar la niña me realiza preguntas extrañas para verificar que si soy su abuela, y se las respondo para que no dude de ello, al realizar la última pregunta, percato que la pequeña niña comienza a dudar de que no es su abuelita la que está en cama, sino el lobo que encontró en el bosque.
Rápidamente reaccione ante la situación y me lancé sobre ella para poder atraparla con mis dientes.
Al encontrarse ambas dentro de mi estómago me marche satisfactoriamente, lo que no me esperaba es que me encontrara con el cazador el cual se miró fijamente mi estómago que estaba increíblemente grande, al darse cuenta esto, salió tras mi huella hasta llegar a un extremo de una cascada, asustado me acerqué lo más posible al borde de esta, pero al notar que ya no tendría salida, el peso de mi cuerpo me balanceo al vacío y caí con gran velocidad, tuve suerte, caí sobre el río, pero este no tenía salida, y desde entonces me encuentro atrapado aquí, solo y sin nada para comer.
Reflexión:
Dificultades: para la realización de la actividad no presentamos muchas dificultades, pero hubo una en especial, al ser un cuento escuchado en nuestra etapa de niñez, tuvimos que releer la historia para proceder a realizar el trabajo.
Logros: al dar termino a la actividad, esta logro la unión y la participación grupal, dándonos la posibilidad de compartir ideas y aportar en el taller.
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